La boda de Bego y Álvaro no podía haber sido de otra manera, decidieron casarse en los jardines de la bodega Lagar de Pintos, una boda emotiva con un montón de anécdotas y todos los invitados disfrutando de la felicidad de los novios. Casarse bajo las parras de la bodega fue una fantástica idea para la tarde de verano y el día tan estupendo que tuvieron.